9 nov 2009

La Cosecha de Samheim


Ayer Sábado fui de compras con mi hija y mi novio, y como siempre, aparte de ver juguetes -aunque tiene dos años escasos, Laura anda empecinada en que le compre una bicicleta que según ella, es igual que la moto de su adorado e ídolo "Valentino Rossi"- me paré en el ala dedicada a los libros. Mi lista para adquirir novelas siempre es inmensa, -no, miento, prácticamente es interminable- y aunque no tenía como objetivo el comprarme ninguno, mi novio acabó regalándome dos: Ella que todo lo tuvo de Ángeles Becerra y La cosecha de Samheim de Jose Antonio Cotrina. Éste último lo acabo de terminar. Tenía pensado ya el hacer una reseña sobre Coffeehouse Angel, pero ha habido cambio de planes.

¡Empecemos!

Doce jóvenes en una ciudad que intentará destruirlos a toda costa.

Una corte de seres fantásticos dividos entre mantenerlos con vida o abandonarlos a su suerte.

Y todos aguardando la llegada de la Luna Roja, que desencadenará el tiempo de las pesadillas... y los milagros.

Es la última esperanza del reino, la única oportunidad que le queda a Rocavarancolia de recuperar la gloria perdida. Pero es una esperanza frágil: en treinta años, ninguno de los jóvenes traídos de otros mundos ha sobrevivido lo bastante para ser útil.

En treinta años, ninguno ha sobrevivido para ver La Luna Roja.


Lo he transcrito íntegramente de mi libro, así que por vez primera no lo extraigo de otro blog.

Antes de deciros exactamente de qué va la trama de la novela, he hecho una pequeña investigación sobre el título del libro, más concretamente referido a la palabra Samheim. Me llamó la atención ese nombre, porque realmente no se refería a ningún lugar de Rocavarancolia ni nada, así que pensé que era una palabra inventada o algo; cual fue mi sorpresa -y mi ignorancia- al decubrir que se trata de una festividad pagana con siglos de antigüedad. Intentaré explicaros con mis propias palabras el significado que viene en wikipedia, espero hacerlo bien:

Samheim era -y es- una festividad pagana que los celtas practicaban para celebrar el tiempo de cosecha y el Año Nuevo celta. Si lo escribimos en gaélico, Samhaim, el significado viene a ser como "fin del verano" o "Noviembre", por lo que deduzco que es una festividad en el que los celtas le daban la bienvenida al otoño, aunque el Samhaim tuvo su origen en el recordatorio de los ancestros, es decir, de los muertos. Los rituales de Samheim se han celebrado durante tres mil años, llegando incluso a la actualidad.

Vosotros os preguntaréis, ¿estará colgada hoy Shashira? Y yo os responderé: ¡No, si lo hemos celebrado hace poco! Samhein se celebra hoy en día en la noche del treinta y uno de Octubre al uno de Noviembre, es decir, la madrugada de Halloween al día de Todos los Santos. La leyenda cuenta que en esas horas, el velo que separa el mundo de los vivos y de los muertos se hace más fino si cabe, haciendo posible incluso el "contacto" entre ellos. En la época celta, Samhaim duraba tres días, y al parecer eran del cinco al siete de Noviembre, que viene a coincidir con el equinoccio de otoño y solsticio de invierno. Pero la esencia sigue siendo la misma que para nosotros la noche de Haloween: La visita de los muertos. En Samhaim, los druidas -altos sacerdotes celtas- entraban en trance y lograban hacer "contacto" con los muertos, y se les autorizaba a vagar entre los vivos.

Para que no entraran en casa, los niños celtas tenían la costumbre de dejar en las entradas comida y frutos silvestres. Con el tiempo, este detalle ha evolucionado en que son los propios niños disfrazados los que van de puerta en puerta pidiendo golosinas, que sustituyen, evidentemente, a los frutos silvestres, y hacen a los dentistas ganarse el sustento.

Y ya aclarado la definición de Samheim, nos metemos al lío.

La noche de Halloween, mientras Hector -sí, es sin tilde- intenta conciliar el sueño en su cama, aparece un hombrecillo ante él. El hombrecillo es gris, viste una túnica extraña, fuma de una pipa que echa humo verde como una chimenea, y dice llamarse Dénestor Tul, demiurgo de Rocavarancolia -que yo no sé quién le habrá puesto el nombre, pero tenía que odiar la ciudad con toda su alma-. Con esta presentación -o visión-, yo ya me hubiera ido al primer psiquiátrico, pero aquí nuestro amigo Hector parece más que familiarizado con el tema, y decide escucharle.

Dénestor Tul le cuenta que está allí para, si quiere, llevarlo a Rocavarancolia, un reino que ahora está en ruinas, y que él debe ayudar a construir, ya que, según afirma el demiurgo, Hector es especial. Tras aceptar la propuesta y firmar un contrato, nuestro amigo Hector descubre que Dénestor Tul le ha dicho la verdad, pero tampoco le ha contado TODA la verdad: Y es que en el instante que Hector termina de firmar el contrato, su existencia es olvidada por todos en la Tierra, y con esto quiero decir padres, hermana, abuelos, primos, amigos, expedientes... hasta el último humano.

Al llegar a Rocavarancolia -esto en vez de un nombre parece un trabalenguas- Hector se percata de que no es el único chico al que Dénestor Tul ha engañado para traer al reino. Junto a nuestro protagonista están otros once chicos víctimas de "La cosecha de Samheim" con edades comprendidas entre los trece y los dieciséis. Como principal deber, los niños tienen que sobrevivir en una ciudad semiderruida, llena de animales fantásticos, maldiciones, y leyendas, que harán todo lo posible por matarlos uno a uno hasta que no quede ninguno. Pero ellos tienen un objetivo: De los doce, uno al menos tiene que sobrevivir para llegar a ver La Luna Roja, sólo así el reino de Rocavarancolia tendrá esperanzas de regresar a la gloria de antaño. El problema, claro está, es que en treinta años ningún niño de la cosecha ha sobrevivido para ver La Luna Roja.

Y aquí es dónde realmente empieza la historia de Hector y sus amigos.

Si tuviera que ponerle nota a este libro del uno al diez, le daría un veinte. Cuando empecé a leerlo, no sé porqué me dio la cosa de que tenía cierto parecido a "Los Juegos del Hambre" de Suzanne Collins, pero me equivoqué de cabo a rabo. Cotrina nos adentra en un reino cruel, sin escrúpulos, dónde lo malo es malo y lo que no lo parece es cien veces peor; dónde hasta en el rincón más iluminado hay sombras observándote; dónde no hay estrellas y en la noche murciélagos con alas de fuego merodean a sus anchas. Y es que no hay reino como Rocavarancolia, ni imaginación tan magnífica como la de Cotrina.

Los puntos más destacables a mi parecer del libro son varios, a saber:

1º- Y para mí el más importante: La narración. La cosecha de Samheim es un libro juvenil, pero eso no implica que tenga que tener más diálogo que descripciones, error en el que caen muchos autores y error que odio con toda mi alma. Este libro mantene el equilibrio detalles-diálogo perfectamente, y aunque muchas veces te describa algo con mucho detalle, no se te hace pesado, más aún, yo creo que es de agradecer. Además, mantiene el ritmo a través de los capítulos, no decae en ningún momento -hay frases que, sinceramente, son para recordar-, por lo que tienes el corazón en un puño desde que Hector y los demás llegan a Rocavarancolia hasta ese impactante final. Cuando terminas no puedes dejar de exclamar un: ¡No, no no! Y desear secuestrar al autor para que te pase el manuscrito de la segunda parte. Pura adicción.

2º- Los personajes. Al estar escrito en tercera persona, esto hace que Cotrina nos de a conoccer, no sólo a Hector, sino al resto de los niños y algún que otro habitante de Rocavarancolia. Queda patente desde el principio que el principal protagonista es Hector, un muchacho de quince años, regordete y un tanto torpe que siempre se ha sentido diferente a los demás. Y aunque pueda parecer que es un personaje cliché, os puedo asegurar que no existe en la historia ni uno. En serio, no hay secundarios clichés, ni seres, ni protagonistas, ni nada que contenga "cliché" en esta novela. Cada uno de los niños es único, inimitable, y son reales como la vida misma. Te identificas con sus frases, sus acciones, sus diferentes formas de ver la vida... ¡es que los ha retratado tan bien! Os pongo la descripción de cada uno que el propio autor puso en su blog http://www.elciclodelalunaroja.com a partir de aquí lo que aparece en negrita está estraído literalmente, y podéis leerlo con tranquilidad que no hay spoilers:

Hector: es el protagonista de la saga, un chaval de nombre heroico que poco tiene de héroe. Es tímido e inseguro y suele preferir mantenerse en un discreto segundo plano. La sensación más marcada que tiene es que todo lo que está sucediendo le viene demasiado grande.

Marina: es una parisina de aire gótico y lánguido. Tiene catorce años y Hector, nada más verla, se enamora de ella. En la Tierra escribía relatos sobre una ciudad fantástica que ella misma había inventado, una ciudad que se parece mucho a Rocavarancolia. ¿Será casualidad?

Bruno: es italiano y de entrada puede resultar el personaje más chocante de todos. Nunca muestra emoción alguna y no habla como un joven de su edad: usa un lenguaje que parece sacado de un libro de texto. En cierta manera es tan extraño como la ciudad. Y tiene motivos para serlo.

Ricardo: Es el mayor y el más maduro de todo el grupo. Desde un primer momento se erige como líder. Es carismático y parece tener las cosas claras.

Marco: un joven negro. Su padre regentaba un gimnasio en Berlín y gracias a eso él tiene ciertas nociones de artes marciales y, además, sabe algo de primeros auxilios. Sabe dar golpes y sabe curarlos, dos características que le pueden venir muy bien al grupo.

Alexander y Madeleine: A estos los presento juntos, pero no por restarles importancia, lo hago así porque ambos son hermanos, mellizos para más datos. Los dos son un portento de belleza; pelirrojos y de ojos verdes. Él rebosa seguridad en sí mismo y un sentido del humor a prueba de bombas, ella parece frívola y superficial y quizá lo sea… O no.

Natalia: Una joven rusa de quince años. Es arisca hasta niveles insospechados y tiene tendencia a no callarse lo que piensa. Hay algo curioso en ella, algo que dio comienzo en la Tierra y que tiene su continuidad en Rocavarancolia.

Adrian: Es el más joven del grupo. Tiene trece años. En un principio está encantado con la aventura que les ha tocado vivir, pero su opinión cambia por completo al comprender que no es un juego, que están en verdadero peligro y que, muy probablemente, van a morir todos. Pasa del entusiasmo al pánico.

Rachel: Es canadiense, una muchacha alta y desgarbada. Por motivos que no puedo desvelar aquí tiene ciertos problemas para comunicarse con el resto del grupo.

Lizbeth: Una joven escocesa, regordeta y vital. No tarda mucho en sacar el carácter maternal que le es propio. Atenta, solícita, es muy madura para su edad.

¿?: Falta uno, sí. El muchacho número doce. Lo único que sabemos de él en un principio es que no se ha unido al grupo.


Y luego están los seres fantásticos, también extraído literalmente del blog del autor:

Denéstor Tul: Demiurgo de Rocavarancolia y custodio de Altabajatorre. Es el hombrecillo ceniciento que durante la noche de Samhein visita a los muchachos para convencerlos de que deben abandonar la Tierra y seguirlo a su reino en ruinas.

Esmael: El Señor de los Asesinos de Rocavarancolia, el cargo que ostenta el ser más mortífero del reino. Su cuerpo es de una negrura deslumbrante y está dotado con dos esplendidas alas rojas.

Enoch, el polvoriento: Un vampiro que arrastra su sed de sangre desde hace treinta años.

Dama Desgarro: La custodia del Panteón Real y comandante de los ejércitos del reino. Una mujer horripilante, plagada de cicatrices.

Dama Sueño: Una anciana bruja capaz de controlar los sueños.

Dama Serena: Un espíritu. En vida era reina de Rocavarancolia. Hay algo que desea sobre todas las cosas y está tan desesperada que haría cualquier cosa por conseguirlo.

Los hermanos Lexel: dos magos enmascarados que se odian profundamente.

Rorcual, el alquimista: Antes era un gran experto en bebedizos y pociones, pero ahora no es más que un inútil. Hace años se volvió invisible por error al probar una de sus pócimas y desde entonces no ha sido capaz de revertir el efecto.

Ujthán, el guerrero: un hombretón enorme y belicoso, con el cuerpo tatuado por completo.

Belisario: el hechicero más anciano de Rocavarancolia. Va siempre envuelto en vendas.

Dama Araña: Una monstruosa araña humanoide. No forma parte del Consejo Real.


3º- Y no por ello menos importante: La trama. Formidablemente esquematizada, con dosis de misterio, terror del bueno y sobretodo ansias, ansias por saber qué pasa, qué ocurre, porqué son tan especiales estos niños y no otros. Cuánto más lees, más te come por dentro, y cuanto más te come, menos ganas tiene de llegar al final, ¡pero no puedes parar!

4º- Frases. Hay frases memorables, de esas que no se te olvidan nunca y hay que guardar en el fondo de la mente para que no se te olviden. Aquí algunas de mis favoritas.

Los mosntruos más terribles son los que no lo parecen.

Hector. Pag 364


El tiempo de la cosecha ya ha pasado. Ahora llega la hora de la criba, la hora de separar el grano de la paja. Y de eso se encargará Rocavarancolia. Sólo aquellos que sean dignos de servir al reino sobrevivirán. El resto verá cómo sus huesos se pelan al sol en esta ciudad arruinada. En treinta años nadie ha merecido ser digno del alto honor de servir a Rocavarancolia. En treinta años nadie ha vivido lo suficiente como para ver la Luna Roja…

Dama Desgarro. Pag 82


- ¿Qué importa ser un héroe o fingirlo

- Que yo sé que miento.

Mistral y Alexander. Pag 376


Morir no debería de ser tan hermoso

Marina. Pag 413


La Cosecha de Samhein es el primer volumen de una trilogía, que se publicó por primera vez en mayo de este año bajo el sello de Alfaguara. La podéis encontrar en cualquier librería por 16.50 euros. Mi edición, aparte del libro, me trae de regalo una alfombrilla para el ratón del ordenador con la imagen de lo que sería Rocavarancolia.

En el blog del autor -Jose Antonio Cotrina- podéis leer los dos primeros capítulos, os dejo los enlaces.

Primer Capítulo
Segundo Capítulo

Y el book trailer:



Por si os interesa, aquí os dejo el link de la web oficial.Pincha aquí

Y por mí nada más que añadir.

Las fotos son la portada del libro, y el autor en una de las presentaciones.

Ya me diréis qué os pareció.

¡Nos leemos!

4 comentarios:

ilonga dijo...

:'(

Quisiera vivir en España para poder tener libros así!!!

¿Hay alguna esperanza de que llegue a América Latina o a Puerto Rico?

María dijo...

Me encantó el libro y me ha encantado la reseña, de la que comparto varios puntos. Sólo una pregunta sin importancia, ¿dónde compraste el libro? ;)

Shashira dijo...

Ilonga, yo no sé si va a llegar a Latinoamérica, pero en el blog del autor, el que puse más abajo, puedes preguntarle, ya que por lo general él suele responderte a todo -o casi todo, siempre que no le preguntees spoilers- o si queires pues yo misma le digo y te cuento, no me importa.

María yo compré el libro en unos grandes almacenes llamados Eroski, no sé si eres de España o no pero aquí son muy conocidos. Me costó exactamente 16.45 euros.

Lograi el Luciérnago dijo...

Oye, pues tiene buena pinta. A mí todo el tema de Samhain siempre me llamó mucho, por eso de ser el día en el que, para los celtas, los espíritus malignos tomaban posesión del mundo y tal durante seis meses... :P
A ver si un día quedamos y me dejas MUUUCHOS libros xD