Bajo el Rojo Sangre de la Luna de Mina Hepsen

Hoy es un día histórico para los españoles por varias razones: Hay un Barca- Madrid dentro de una horas, la crisis nos sigue apretando, y sale el primer capítulo de Last Sacrifice de Richelle Mead a la palestra. Debería estar eufórica, con mi camiseta madridista bien puesta y animando a mi Xabi Alonso como la que más, pero desgraciadamente, estoy sola en mi casa, enferma, y con un dolor de barriga que casa vez que como algo veo las estrelllitas.

Para colmo de males, mi novio me ha robado el Digital Plus (puag) así que mis esperanzas de matar el tiempo viendo capítuloos de Sex in the City han caído en saco roto. ¡No me miréis así! Samantha Jone cura cualquier enfermedad con una de sus ingeniosas frases, os lo aseguro, además, cada cual tiene sus preferencias, y para mi Sex in the City es el mejor de los analgésicos. El casoes que ¡estoy aburrida! Ese verbo no formaba parte de mi vocabulario desde... desde... bueno, ¡desde hace mucho! Y es por ello que me siento delante del ordenador a escribir una nueva reseña.

El libro a discutir me lo compraron en Sevilla. La causa de que lo comprara allí y no en Cádiz fue principalmente porque en esta ciudad no puedes encontrar nada de la editorial Nabla que no sea Vampire Kisses. Es todo un Expediente X. Tú preguntas por algún libro de Nabla, y nunca lo tienen, pides Vampire Kisses, y te lo sacan al minuto ¿la causa? Se desconoce, pero la verdad, amigos está ahí fuera.

Enjoy!

Sinopsis:

Condenada al don de captar los pensamientos ajenos, la hermosa Angélica Shelton Belanov se siente más a gusto escondida en la biblioteca de la finca rural inglesa de su padre que en compañía de sus admiradores. Pero los deberes familiares exigen que asista a una fiesta fastuosa, donde se mezcla la flor y nata de la sociedad londinense, con la esperanza de encontrar un marido adecuado. Asediada a su pesar por la "charla" de varios mentes, Angélica encuentra alivio en la compañía de un atráctivo aristócrata extranjero, siempre envuelto en el misterio.

De hecho, el príncipe Alexander no es como los demás hombres. Es el poderoso jefe de un clan oriental de inmortales que ha viajado a Londres en busca del criminal que pone en peligro la supervivencia de los de su raza.

Angélica es una princesa rusa (por parte de padre) o dama inglesa (parte de mami) que tiene el poder de leer las mentes. Por ello, no encuentra pretendiente que la satisfaga, ya que es muy molesto tener que escuchar mientras bailas con un hombre lo que opina de alguna que otra parte de tu cuerpo (bendito don, pensado por otro lado) o lo que piensa hacerte en la cama. Mientras su hermano menor y tu tía siguen empecinado en actuar de calaveras, Angélica pasa las horas enfrascada en lecturas variadas, recordando cual mente fotográfica frases de escritores que luego utiliza para dejar KO a más de un pomposo. ¡Es tan complicado ser Angélica!

Por otro lado tenemos a Alexander, alias Alexander No Me Río Jamás, un chicarrón del este de Europa atractivo, parco en palabras y... vampiro, ¡qué novedad! Nuestro Alex está en Londres buscando a Seguéi, un vampiro de su clan que va matando a mujeres quién saber porqué, pero que él, como jefe de su clan, debe aniquilar a toda costa.

Los caminos de Angélica y Mister Simpático se entrecruzan cuando ella descubre en una fiesta de sociedad que él puede conectar su mente a la suya y dejar todo en un paulatino silencio, cosa que jamás había conseguido nadie. Dispuesta a averiguar más del Misterioso Alexander, Angélica cual James Bond decide colarse en su casa, sólo para meterse de lleno en algo que cambiará su vida para siempre.

¿Qué sucederá entre Alexander y Angélica? ¿Y Serguéi y sus asesinatos?

Bajo el Rojo Sangre de la Luna es una novela que expone el amor entre un vampiro y una humana con dones en la vida londinense de alto standing de la época victoriana. El libro en sí es distraído, tiene unos personajes que no logran calar pero pasable, sin embargo la trama no logra convencerme lo mire por donde lo mire. 

El primer obstáculo que se interpuso entre el libro y yo fue el ritmo. Aunque la narrativa de Mina Hepsen es impecable, se dedica los primeros capítulos a exponerte a los protagonistas, secundarios, sus personalidades y demás, dejando a un lado lo que debería de importar, que es la trama. Ésta no avanza lo suficientemente ágil hasta que has sobrepasado las cien páginas, por lo que seguir leyendo fue para mí toda una proeza. 

Cuando la novela parece que empieza a agilizarse te encuentras con que tiene una base muy sólida argumental, pero que a la hora de explicarse la autora se deja varias cosas en el tintero. Va desentramándose poco a poco, pero al final es como si quisiera atar los cabos que ha dejado sueltos porque se ha acordado de repente, lo que prmetía, se queda al final como un libro un tanto mediocre.

Luego está el feeling de los protagonistas, que por mucho interés que le ponga la autora, éste es inexistente. He leído mils historia donde los polos apuestos se atraen, pero la atracción que existe entre Angélica y Alexander, aunque muy mona y tal, no pasa de ser una relación en la que la pasión brilla por su ausencia. No, pasión, no, es química. Sí, eso es: La química brilla por su ausencia.

Pero no todo es malo conforme a este libro. Bajo el Rojo Sangre de la Luna me distrajo lo suficiente para hacerme pasar unas horas agradables (que no increíbles), con un libro que experimenta con el género vampírico y su cultura (la ceremonia de los muertos es genial) con un punto de enfocarlo un tanto original. La ambientación es bastante buena: Tétrica, muy gótica, y situado en una época que me apasiona a más no poder, lo que ha ayudado lo suyo, todo sea dicho.

Nota:

En general, Bajo el Rojo Sangre de la Luna cumple con el cometido de entretener al lector, pero que sin embargo deja en entredicho un libro que podría ser mejor si no se pusiera en evidencia tantas lagunas en su trama. Una novela interesante desde el enfoque del género vampírico, pero que no añade misterio alguno en cuanto a lo demás.

Bajo el Rojo Sangre de la Luna es un libro que la editorial Nabla publicó en 2009 y que podéis conseguir por 18.00 euros. Que yo sepa es autoconclusivo, pero bueno, puede que me equivoque.

Y eso es todo por hoy.

¡Nos leemos!