5 dic 2010

Ni de Eva ni de Adán de Amelie Nothomb

Hace ya un tiempo que llevo leyendo críticas sobre este libro, y me lo compré más que nada por curiosidad. Soy una amante confesa de todo lo que a cultura oriental se refiera (en especial la japonesa y coreana), y al saber que Nothomb se atrevía a contar en este libro un poco sobre su vida en Japón, no pude resistirme y me hice con él. Más vale tarde que nunca ¿no? Como la sinopsis desentraña a mi juicio bastante de esta corta novela, os haré un pequeño resumen y empezaré con mi opinión.

Amelie, la protagonista de la novela, vuelve a su Japón natal después de estar diéciséis años ausente. Ahora, a sus veintiun años, no sabe nada del país que la vio nacer. Dando clases de francés conocerá a Rinri, un veinteañero sensible y parco en palabras que sueña con ser un Caballero Templario. Poco a poco, Rinri formará parte de la vida de Amelie y viceversa, conmenzando una relación sentimental. Junto a él, Amelie nos irá relatando su día a día en Japón, las costumbres de los nipones y el avance de esta historia de amor tan enlazada como desunida por el choque de ambas culturas.

La narrativa de Nothomb es ágil, rica en vocabulario y, ante todo, sincera. En Ni de Eva ni de Adán, Nothomb narra de manera autobiografica sus años en el país nipón, y cómo se dejó embaucar por una cultura tan misteriosa y atrayente como la japonesa. 

Mediante capítulos que se leen en un suspiro, frases cortas, y un ritmo intempestivo, iremos conociendo a la Amelie de finales de los ochenta, una jovencita con ganas de vivir, de experimentar, enamorada de un país que la vio marchar a muy temprana edad y le dejó una huella inborrable de por vida. A través de sus ojos, también conoceremos a Rinri, un chico japonés estudiante de francés que cae rendido a los pies de Amelie. Rinri es solitario, serio, parco en palabras ycon los pies a tres metros sobre el cielo. Vive una vida acomodada junto a sus padres y sus abuelos, y conduce un Mercedes blanco que es todo glamur. Aunque Rinri y Amelie parecen no tener nada en común, la pasión que sienten el uno por el otro los une irremediablemente, creando una historia de amor fluida, pero algo fría y no muy convincente.

Mentiría si dijera que el libro no me ha gustado, porque no solo me gustó, sino que me encantó hasta el punto de conquistarme. Sin embargo, no me ha quedado claro el mensaje.

Por un lado, pienso que Nothomb quiere rendir homenaje a un país que la vio nacer y luego crecer como persona, y a su Rinri, por supuesto; por otro lado, con la excusa de una historia de amor interracial, nos deja caer alguna que otra vivencia impactante, pero no por ello menos divertida e instructiva, que hace aún más físico los choques culturales entre Asia y el resto del mundo. Tal vez sea una suma de ambos conceptos, tal vez no sea ninguno y yo esté claramente equivocada, pero aún así, mi pregunta sigue sin respuesta, ¿qué es exactamente lo que pretende la autora?

La novela no puede calificarse de crítica, porque además de sonar pretencioso faltaría a la verdad, pues Nothomb en cada hoja deja bien claro cuanto amor la une a Japón, por lo que siempre que se describe algo, no es una situación que se quiera ridiculizar o criticar, simplemente expone un momento exacto en la situación a veces menos indicada, otras propicia, pero siempre desde el respeto y afecto hacia el país del que se habla, sus costumbres y su gente.

Podría decirse que es una historia de amor, porque hay una pareja, que son Rinri y Amelie, pero ya sea por lo escueto que eran los capítulos o por la falta de sentimiento por parte de la protagonista (que no por Rinri), es una relación que a mí personalmente no me ha llenado. Por mucho interés que pone Nothomb, a mí en ningún momento me ha parecido que ella estuviese enamorada de Rinri, ¿por la comida que le hace y su trato? Sí, ¿por la persona? No. Por lo tanto, al final me he quedado con la sensación agridulce de haber aprendido algo más de la cultura y gastronomía japonesa con base en una relación que no tiene ni pies ni cabeza, cuyo principio es bastante brusco y un final un tanto de cobardicas e inmaduro, por mucho que la autora diga lo contrario y lo tache prácticamente de perfecto.

Y pese a que esta historia tiene sus más y sus menos, y que pueda dar la sensación de que yo solo le he visto el lado negativo, a mí me ha gustado el libroHe admirado en todo momento la actitud abierta de Amelie con la cultura japonesa, su estoico comportamiento con los amigos y familiares de Rinri, su casi simbiosis con la naturaleza a la hora de escalar el Monte Fuji o la ilusión con la que enfrentaba un menú que a veces era intragable. He adorado su desparpajo y madurez para vivir independientemente en un pais tan diferente al suyo, tan opuesto a lo que conocía, y me ha fascinado comprobar que con cada página que pasaba, ninguna de sus malas experiencias la hacían menguar en su empeño de amar ese país como si por sus venas corriera la sangre más nipona habida y por haber. Y todo ese sentimiento, todo ese deseo de pertenecer a una cultura tan cerrada como misteriosa, me ha hecho caer rendida ante esta autora y su novela.

Nota:

                                                        



 En definitiva, Ni de Eva ni de Adán es un libro para recordar, lleno de anécdotas interesantes y sobretodo, rebosante de frescura, agilidad narrativa y amor a Japón. Una novela corta pero intensa, que hará las delicias de aquellos que quieran saber más de unas costumbres, quizá, un tanto opuestas a lo que conocemos. y tal vez en ese desconocimiento, recaiga el interés, me atrevo a decir, casi universal, que sentimos por este pais. Un libro recomendable más por las anécdotas y la experiencia que por el escaso amor y la extraña relación entre los pesonajes.

Ni de Eva ni de Adán fue publicado por Anagrama en el 2009. Yo me he comprado la edición de bolsillo, y me ha salido por 7.90 euros, pero creo que la edición ormal es el doble, aunque no puedo asegurarlo. Hay otro libro de la autora, titulado Estupor y Temblores, que según he leído es una continuación de éste, y cuenta en él la experiencia de Amelie trabajando en una miltinacional japonesa. Mi intención es conseguirlo, así que ya os diré qué me pareció. Como curiosidad, un apunte: ¿La chica de la portada? Es la propia autora.

Y nada más por mi parte

¡Nos leemos!

5 comentarios:

La dama católica dijo...

Le probare, aunque no se cuando xD
Cuidate.
Ciao.

ifigenia dijo...

Esta dentro de mi lista de libros que quiero leer, pero no sé si será pronto, ya veremos.

No sabía yo que el romance dejaba tan insatisfecho ¬¬. Bueno, lo tendré en cuenta para no ir con expectativas elevadas.

Besos

Aineric dijo...

Yo odié este libro. No contaba nada en concreto y como dices, de cobardica e inmaura el fina de la relación. Menos mal que no era gordito.

Selene dijo...

Se ve interesante este libro pero la verdad quedará dentro de los mil pendientes que tengo

Lana Drown dijo...

A ver si lo leo. Hace poco leí "Cosmética del enemigo" y me gustó tanto el principio como me disgustó el final, pero todos me recomendaban que leyese éste. A ver si lo hago pronto ;)