El Cielo está en cualquier lugar de Jandy Nelson

Estoy completamente traumatizada. Hoy es un día de esos en los que te levantas con el Grim encima (Señor Potter, no sabes cuánto te echo de menos) y no te sale nada bien.

Aparte de tener un dolor de cabeza imrpesionante, continuar con mis gafas "culo de botella" puestas (¡lentillas amadas os echo de menos!)y que se me haya derretido el helado, he tenido que renunciar definitivamente comprarme la mi muy deseada y amada camiseta de TOP, componente del grupo Big Bang, porque no hacen envíos a España. Y creedme, esto último ha sido todo un sacrifio para mí, sobretodo porque llevo un mes suplicándole a mi novio que me la regale por mi próximo cumpleaños (sale más barata la camiseta que enviarme a un concierto del grupo), y cuando por fin accede, resulta que me tengo que joder sin ella. Pues vaya mierda. Si es que cuánto más friki pretendes ser, peor te lo ponen.

Lo único bueno del día ha sido que hoy en la mañana he recibido un paquete sorpresa de EDEBÉ con un par de libros, cosa que me ha impresionado, porque no suelo ni pedir ni recibir libros, mucho menos sin que me avisen del envio, como esta vez. De hecho, el último que recuerdo haber recibido fue Heraldos de la Luz, osea, que más de tres meses.

Ah, y otra cosa buena: mi mejor amiga por fin ha entrado en razón y se ha atrevido a escuchar Big bang y le ha gustado, aunque todavía no me repongo de que le guste Taeyang y no TOP, pero bueno, no todas tenemos ojo clínico.

Y después de soltar el resumen diario y poneros al tanto de mi paranoia friki y mi fanatismo por la ola Hallyu, (término que no viene al caso explicar, y ya que estamos, todo lo anterior escrito tampoco; pero ya sabéis, a mí me encanta hacer una introducción que no viene a cuento nunca, y yo me desahogo escribiéndola y vosotros pasando de ella, riéndoos a mi costa y solidarizádoos con una servidora, porque digo yo que no seré la única friki de por aquí) pasemos a la reseña.

Enjoy!

Sinopsis:

Lennie Walker, de diecisiete años, lectora empedernida y fanática de la música, es segundo clarinete de la banda de su instituto. Vive feliz y sin contratiempos a la sombra de Bailey, su impetuosa hermana mayor. Pero cuando Bailey muere repentinamente, Lennie se convierte en protagonista de su propia vida...

Y, aunque nunca había salido con ningún chico, de pronto se encuentra intentando compatibilizar a dos.

Lennie (John Lenon para algunos) ha perdido a su hermana mayor Bailey de imprevisto debido a una hemorragia cerebral. Abandonada de pequeña por su madre y evitando hablar de su dolor con su tío o su abuela (Big y Abu respectivamente), Lennie se refugia en Toby, el que fuera novio de Bailey, para superar el dolor; pero lo que comienza como una amistad, se extralimita a algo más.

Por otro lado tenemos a Joe "quel gilipollas", el chico francés que se viene a vivir al pueblo. Aparte de ser guapo,  un músico alucinante y encandilar a cualquier ser humano en cien kilómetros a la redonda, Joe tiene una sonrisa que eclipsa al sol y unas pestañas que ni el rimmel de Maybelline New York.

A Joe le gusta Lennie. A Lennie le gusta Joe. Y Toby.

Si tuvieras que elegir entre el sol y la luna, ¿con cuál te quedarías?

El Cielo está en cualquier lugar es una novela que ofrece la antítesis de la vida: Ahonda en lo que supone perder a un ser querido, renacer cuando crees que te han hundido, encontrar el camino en la niebla. Pero también te enseña la agridulce sensación del primer amor, el significado de la familia, a valorarte por lo que eres, y no por lo que crees ser.

Reconozco que al principio tenía serios prejuicios con este libro, ya que la base es exactamente igual que Saving Zöe de Alyson Noel, libro que me leí en 2009: Hermana que muere. Hermana que vive. Novio en medio. Líos amorosos. Culpabilidad etc etc No voy a negar que la historia me gustó, pero al haber leído Saving Zöe, la trama resultó ser de lo más previsible, y eso restó cierto encanto al libro ya que la mayoría de las veces ya sabía, lo que iba a ocurrir. 

El porqué El Cielo está en cualquier lugar me énamoró a pesar de esa trama tan simplona radica en la originalidad a la hora de seleccionar los perfiles de los personajes. Todos y cada uno de ellos son singulares, estrafalarios, y fuera de lo común.

Abu, la abuela de Lennie, es una mujer que pinta cuadros solo de tonalidades verdes, lleva turbante, y cree que la vida de su nieta está condicionada por una planta. También es jardinera, y cultiva rosas cuyo olor es afrodisíaco. 

Big, es el tío de Lennie. Su finalidad en la vida es resucitar insectos, enamorar a damas para luego divorciarse (tiene cinco matrimonios a sus espaldas) y fumar porros hasta desfallecer. 

Sarah es la mejor amiga de la protagonista, una gótica que fuma como un carretero, y en vez de decir palabrotas exclama un "¡elefantes azules!" que te deja KO.

Toby habla con los animales, tiene erecciones continuamente, y de la misma manera que pasa por tu lado con su monopatín como una ráfaga de viento, se aparece frente a ti a lomos de un purasangre con un stetson calado hasta las cejas.

Joe tiene empatía con la gente, ya que a pesar de ser el más común de los personajes, tiene el don para hacer sentir bien a los demás, para hacer llegar la luz donde sólo hay oscuridad.

Incluso la propia Lennie con su manía de escribir en cualquier lugar (un libro, una pared, el envoltorio de un caramelo) tiene la inusual afición de leer mientras pasea por la carretera. Eso sí, qué coñazo que continuamente a una protagonista le gusten los mismos clásicos: Cumbres Borrascosas, Orgullo y Prejuicio, Jane Eyre. Seriedad, por favor, que todos ellos me parecen buenos, pero hay otros que también lo son, y no se los nombra ni por asomos, ´que aún estoy esperando que a alguien le guste Los Miserables.

Un día, hace años, estaba tirada en el jardín de Abu y Big me preguntó que estaba haciendo. Le dije que estaba mirando al cielo. El dijo: "Eso es un error de planteamiento, Lennie, el cielo está en cualquier lugar, empieza en tus pies".
Al besar a Joe, por primera vez en la vida me lo creo.

A su manera, con sus dispares personalidades, puntos de vista y virtudes, cada personaje aporta frescura a la lectura, creando en el lector sentimientos tales como cariño o ternura. Es complicado deshacerte de ellos, y es que cuánto más leía, menos deseos tenía de llegar a su fin y apartarlos de mi vida. Me sentí identificada en muchos momentos por la protagonista, y caí rendida a los pies de Joe. Me resultó curioso el hecho de que a pesar de estar escrito en primera persona y desde el punto de vista de Lennie, llegues a conocer tan bien a los secundarios. Yo creía al principio que iba a desmejorar la trama, pero no fue así.

El lenguaje es muy coloquial, juvenil y fresco, aunque hable de situaciones tan tristes y sentimientos tan profundos y extremistas. Quizá por ello llegas a conectar mejor y a meterte dentro de la trama, porque te dice las cosas sin pelos en la lengua y no todo es monotemático. De la muerte pasamos al amor, de éste a la amistad, las mentiras, la traición, el despertar sexual, la madurez. Incluso hay cierto toque de humor procedente de Sarah, la amiga de Lennie.

Nota:

El Cielo está en cualquier lugar es un libro repleto de personajes extravagantes, cuyo encanto minará el escepticismo de más de uno. Una lectura imprescindible para los amantes de las historias realistas con cierto toque romántico juvenil y llenas hasta reventar de frases imborrables en la memoria. 

El Cielo está en cualquier lugar fue publicado en Mayo del 2010 por la editorial Everest, siendo, milagrosamente, libro único. Su precio es de 14.95, aunque yo lo conseguí algo más barato porque mi ejemplar es de Círculo de Lectores.

Y eso es todo.

¡Nos leemos!