La Sociedad de la Sangre de Susan Hubbard

Bueno, yo con este libro he tenido,-y tengo- el típico "desengaño" de las parejas: Me prometía una cosa antes de leerlo y, al final, me ha dado otra. Como se diría aquí en Andalucía: "Ni chicha, ni limoná". Pues eso mismo es lo que me ha pasado con Susan Hubbert y su Sociedad de la Sangre.

Reseña extraída de lecturalia.com:

¿Qué ocurriría si un día descubrieses que todo lo que crees saber sobre tu familia es mentira? Y ¿qué ocurriría si, detrás de esa mentira, se ocultara una verdad oscura y profunda, pero tan irresistible cómo para sentirte impelido a profundizar en ella?

Ariella Montero desea conocer la verdadera identidad de su madre, de su padre y… de sí misma. Ha estudiado literatura, filosofía, ciencia e historia, pero no sabe casi nada sobre el mundo real y sus complejidades.

En su mundo, los fantasmas y los vampiros conviven con los humanos, y cada vez que el puzzle parece a punto de resolverse, la última pieza hace que todo cambie. Poco a poco, Ari desentraña los secretos que han hecho que su familia viviese aislada, y comienza a reflexionar sobre su propia naturaleza y sus posibilidades de supervivencia.

Ariella Montero vive recluida en su casa desde que tiene uso de razón. Su padre, Raphael, es su profesor junto a Dennis, el mejor amigo de su progenitor y compañero de estudios de una empresa en la que ellos trabajan junto a Mary Ellis Root, la secretaria algo hosca y huraña de su padre, en el sótano de su casa. La causa por la que Ariella y su padre viven recluidos en su gran mansión es sencillo: Raphael tiene lupus, una enfermedad que afecta a la piel y por la cual no pueden exponerse al sol. Debido a que Ariella puede perfectamente tenerla, ya que es hereditaria, la niña no sale de su casa.

Raphael pasa mucho tiempo en el sótano trabajando en sus experimentos, así que la persona encargada de cuidar de Ariella es la señora McGarret, el ama de llaves, cocinera y nana de la niña. Ella hace las veces de madre y le expica todo lo que su padre no puede. Cuando cumple doce años, la señora McG -como la protagonista la llama- decide llevarla de visita a su casa, para que la niña pueda relacionarse con chicos de su edad. Es así como Ariella entra en contacto con Kathleen y Michael, hijos del ama de llaves.

El problema viene el día que Ariella, al cumplir trece años, descubre que su cuerpo está cambiando, que nada es como debería ser... es hora de hacerle ciertas preguntas a su padre, y encontrar respuestas a los enigmas que componen el esquema de su vida. No todas serán buenas.

El libro en sí es una montaña rusa, no hay forma más literal de definirlo. Empieza estupendamente, con un resumen de los primero años de Ariella contado siempre en primera persona, pero va decayendo a medida que avanzas con el libro. Leyendo el resumen el lector espera un gran secreto escondido entre sus páginas, cuando realmente no es así, hasta el punto que tiene un final tan previsible que ya te lo hueles después de haberte tragado las cien primeras páginas.

Me encantaría decir que tiene puntos a favor, pero exceptuando el análisis exhaustivo que la autora hace de las obras de Edgar Allan Poe y el rico lenguaje que emplea Hubbard... poco más hay que añadir. Y que conste que ésta opinión es a título personal, porque no quiero abrir el email y encontrar insultos. Esto es simplemente mi opinión subjetiva de la novela.

Para mí el libro es muy denso, y esas cosas nunca me han importado, pero en éste caso es un coñazo, y perdón por la palabra. Hubbard trata temas místicos, mitológicos, científicos y filosóficos; todos ellos desde un punto tan técnico y académico -anda que no se nota que ella es profesora de universidad- que te dan ganas de pasar las páginas rápidamente hasta llegar a la acción. Y ahí es dónde radica el principal problema, ¡apenas hay acción! Hubbard lo cuenta todo con tanta lentitud y extensión que no llegas a meterte dentro de la trama, al menos eso es lo que me pasó a mí. Por otro lado, para aquellos que esperen una copia exacta de Crepúsculo con amor imposible incluido... olvídate. Ariella tiene trece años, y no tiene ni una minúscula hormona revolucionada. Extraño, pero el personaje es así.

Y después está eese problema, el de los personajes en general. Parece una clase de costura para novatos: Todos están cortados por el mismo patrón. Hasta la madre de Ariella, que en un principio pretende ser el personaje hippie y algo impetuoso, no lo consigue. Es que no te tragas ni que Ariella tenga trece años. A ver, yo puedo comprender que un niño te hable y te deje la boca abierta, sobretodo si es superdotado o tiene una inteligencia más desarrollada que el resto de nosotros. Pero las conversaciones de Ariella con su padre son, simplemente, para ofrecerle un doctorado y un puesto en Harvard automáticamente a la niña. Quizá el problema es que yo apenas he leído a Poe o ensayos de biología, pero es que una conversación con Ariella es como charlar con la base de datos de la Biblioteca Nacional.

Otro de los puntos que no me han gustado del libro es cómo se destroza el mito de los vampiros brutalmente. Entiendo que con esto de la fiebre que ha creado Meyer ya el negro haya sido olvidado y sustitudo por modelos chics de Chanel, que se pueda andar a la luz del día y hasta estudiar en la universidad. Pero Hubbard llega más lejos cuando sus vampiros pueden pasar sin tomar sangre apenas, es más, crean una especie de mejunje artificial parecido a la sangre para alimentarse, o como Ariella, que son vegetarianos y comen tofu y lechuga. O ellos son muy modernos, o yo es que soy muy antigua, pero a mí no me cuadra. ¿Para qué me hablas de vampiros si no creas uno de verdad?

Bram Stoker debe estar santiguándose en la tumba mientras grita: ¡Sacrilegio!.

Sé que esta crítica puede que sea muy dura, y si no me equivoco es la primera que hago una que sea tan negativa, pero he sufrido tal decepción con el libro que me tenía que descargar. Además, tampoco voy a poner algo bueno cuando a mi parecer no lo veo así. OJO al dato, que yo no digo, ni nunca lo diré, que no lo leáis. Siempre he creído que un libro, hasta el peor, te enseña algo en ésta vida. Y quién sabe, a lo mejor a vosotros os gusta. Tal vez el alien de la película sea yo, que también puede suceder.

La Sociedad de la Sangre ha sido publicada bajo el sello de Ediciones B en España y lo podéis encontrar por 16.00 euros en todas las librerías, ya que salió hace poco. El veintiocho de Octubre sale la segunda parte, titulada "El año de las Desapariciones" -The year of Disappearances- y que me pienso leer, a lo mejor tengo suerte y me gusta más. Su precio es el mismo que el del primer tomo.


Sinopsis de El Año de las Desapariciones, extraída de http://nuestras-novelas.blogspot.com/ SPOILERS:

Ariella Montero conoce bien el lado oscuro de la vida. Medio humana, medio vampiro, se pasó los primeros trece años de su existencia exiliada de ambas sociedades. Cuando su mejor amiga fue asesinada, huyó para empezar una nueva vida en Florida. Pero, una a una, las personas que más le importan no dejan de desaparecer. Sabe hipnotizar, es capaz de oír los pensamientos de los demás y se puede hacer invisible, pero ¿puede escapar de quienes la acechan?

Los especiales talentos de Ari son puestos a prueba a medida que cambia de residencia: de una comunidad de vampiros en Florida, al instituto de Georgia, y de ahí al laberinto primigenio del pantano del Okefenokee. Enfrentada a las intrigas de las culturas de los vampiros y de los humanos, Ari acaba encontrándose cara a cara con unos zombis que se están infiltrando en Norteamérica, así como de con los demonios y sombras que nos persiguen a todos.

Y nada más, ya me contaréis si lo leéis qué os pareció.

¡Nos leemos!