SINOPSIS:
Tras ser abandonado en el en el cementerio, el niño llamado Nadie es adoptado por la comunidad de difuntos. El matrimonio Owens, que lleva casado más de dos siglos, será el tutor del huérfano. Nad Owens crecerá así protegido por las almas del cementerio, y adquirirá ccon el tiempo facultades que tal vez le resulten muy útiles para hacer frente a un asesino que, afuera, está al acecho para acabar con él...
¿Habéis leído la sinopsis? Bien, pues ahora tachadla en vuestra mente, porque viene todo mal explicado. Así que ni puñetero caso. Os voy a hacer como siempre un pequeño resumen de la trama con mis propias palabras y medianamente en condiciones.
Durante la noche, mientras la niebla se apodera de las calles, tres miembros de una misma familia son asesinados a sangre fría. El hombre Jack, brazo ejecutor del mismo, está a punto de acabar con su última víctima cuando se percata de que ésta ha escapado. Se trata nada más y nada menos que un niño de dos años que, sin comerlo ni beberlo, se ha librado por los pelos de una muerte segura. Andando a tientas entre la niebla de la noche, el bebé llega a un cementerio en desuso, donde los fantasmas de los muertos campan a sus anchas. Allí lo ve la señora Owens, una mujer que lleva doscientos años enterrada en una cripta junto a su marido; luego de un ir y venir, todos están en acuerdo en que el matrimonio decida adoptarlo. A partir de entonces, Nadie Owens -nombre que le dan al niño- es considerado Miembro Honorífico del Cementerio además de pupilo de Silas, su tutor, profesor, y el único ser que tiene la capacidad de entrar y salir a sus anchas del cementerio, ya que no está ni vivo ni muerto, para traer comida y ropa para el niño.
Con ayuda de los habitantes del cementerio, Nadie irá viviendo aventuras macabras, conocerá a seres de ultratumba y, sobretodo irá desgranando poco a poco su pasado, fundiéndolo con el presente para poder tener un futuro.
Y es que no hay que olvidarse que el hombre Jack aún acecha fuera de las rejas del cementerio...
Neil Gaiman es un autor de renombre en media Europa y EEUU. Sin embargo, en España se hizo un hueco en el panorama infantil-juvenil cuando llevaron al cine dos de sus obras; primero fue Stardust -que poco o nada tiene que ver con la novela, pero bueno- y años más tarde -y mucho más reciente-, su obra más famosa hasta ahora: Coraline. Para aquellos que no han leído a Gaiman, hay que tener en cuenta ciertas singularidades en su forma de escribir. La primera es que aunque las tramas son muy sencillas y están destinadas al público infantil-juvenil, el ambiente que crea en ellas es un tanto siniestro, por no decir macabra. Incluso se podría comparar a Gaiman con Tim Burton, cuya ambientación siniestra en sus películas es de sobra conocida y admirada por muchos. La segunda peculiaridad es que Gaiman siempre encuentra en los clásicos una sólida base para sus propias obras. Cuando yo leí coraline, recordé inmediatamente Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll. Mientras lees El libro del Cementerio, es imposible no fijarse en la influencia que de El libro de la Selva de Kipling.
Además del título -sólo hay que cambiar Selva por Cementerio-, Gaiman se basa en Mowgli para crear a Nadie Owens. Ambos niños han sido, no abandonados, pero sí dejados a su suerte por circunstancias ajenas a ellos y sus padres, sobreviviendo gracias a una comunidad en la que en un principio no se les acepta, luego se integran, y más tarde deben abandonar. Al igual que Kipling, Neil Gaiman hace que su protagonista viva mil y una aventuras durante las doscientas noventa y cinco páginas de la novela. Haciendo alarde de la sangre inglesa que corre por sus venas, Gaiman cambia las panteras, serpientes y orangutanes por ghouls, hombres lobo y misteriosas brujas que fueron enterradas en territorio pagano como personajes secundarios y compañeros de sus travesuras de Nad, que irá creciendo, aprendiendo y madurando junto a ellos.
—No puedes salir del cementerio porque solo dentro de él somos capaces de protegerte [...] Es aquí donde vives y donde la gente te quiere. Fuera no estarías a salvo, al menos, de momento.
El libro del cementerio puede dividirse perfectamente en dos partes. La primera abarca la niñez de Nadie Owens, desde que llega al camposanto hasta los once años. En esta primera parte Gaiman se centra mucho en Nad y su entorno, en explicar cómo vive el niño, los personajes extraños -y no menos originales- que le rodean, y además posiciones los diferentes secundarios para lo que sería la "traca final". Cada capítulo relata una aventura de Nadie, se te presenta un personaje diferente que será, seguramente, importante más tarde, y además son meramente independientes aunque lleno de detalles relevantes que te conducen a la siguiente etapa. Eso sí, junto a nadie Owens siempre está el misterioso Silas, que ejerce de "Pepito Grillo" de Nad, además de ser tutor y profesor.
La segunda parte de la novela abarca desde que Nadie cumple once años hasta los quince, cuando ya se le considera medianamente capacitado para cuidarse de sí mismo. Aunque en estos últimos capítulos Nad sigue con sus habituales aventuras, aparece la incertidumbre de -vamos, pienso yo- cualquier niño que es adoptado: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo?. Nad siempre ha sabido que es adoptado, que sus padres murieron a manos de un asesino, pero nada más. Ni nombres, apellidos, lugar o familia. Así que a partir de aquí, Nadie sentirá la curiosidad por saber de sus orígenes, de integrarse en el mundo de los vivos -ya que siempre ha estado encerrado en el cementerio a buen resguardo- e incluso le dirá a Silas, su tutor, que le deje ir a la escuela. Lo que Gaiman intenta es acercar a Nad, no sólo a los de su "especie" -refiriéndome a los vivos- sino también a la madurez personal de éste, ya que por mucho que se haya criado entre fantasmas, él aún debe vivir aventuras fuera de los muros del cementerio -nuevamente haciendo alusión a cuando Mowgli se hace mayor y deciden devolverlo a un poblado humano- y hacerse a sí mismo.
—Confiaba en que estuvieras aquí para poder decirte adiós.
—Yo siempre estoy aquí.
—Pero tú no estás muerto, ¿verdad, Nadie Owens?
—Claro que no.
—Entonces no puedes quedarte aquí el resto de tu vida, ¿no? Un día crecerás y tendrás que irte a vivir al mundo exterior.
Si tuviera que sacarle algún fallo al libro, creo que sería el toque tan infantiloide que le da Gaiman. A pesar de que el mensaje queda claro, lo relata como si fuera un cuento, y a veces a las frases le quita la solemnidad que la escena requiere. Además, si me pedís mi opinión personal, es un libro que un niño de doce años puede leer, sí, pero creo que con catorce o dieciséis años es más seguro que cojas la esencia, sobretodo en lo referente al final. Pese a sus casi trescientas páginas es un libro muy ameno, fácil de leer; está lleno de aventuras, cariño, y, sobretodo, ganas de ser uno mismo.
NOTA FINAL:
Recomendadísimo no sólo por su originalidad, sino por la trama que traza alrededor de nadie en un plano tan minúsculo como es un cementerio, consiguiendo hacer un mundo aparte dentro del mundo. No se ha llevado el cinco por lo del toque infantil.
Ahora, los datos técnicos: El libro del Cementerio es un libro publicado en 2009 por la editorial Roca Juvenil y del que se han vendido los derechos para una próxima película. Lo podéis encontrar en cualquier librería por 17.00 euros y, además, hay que mencionar, aparte de que es tapa dura, que al principio de cada capítulo hay una ilustración -preciosas todas ellas, aunque mi favorita es la de la bruja del capítulo cuatro- que corre a cargo del dibujante Chris Ridell, autor también de la portada a color del libro.
Y nada más, espero que si lo habéis leído me digáis vuestras opiniones. Si no, creo que es un buen libro para conocer a Gaiman, eso sin lugar a dudas. Mientras tanto, sigo devorando Taibhse.
¡Nos leemos!
9 comentarios:
Nadie... Que lástima de criatura porque vaya tela el nombrecito que le pusieron, que mala baba x_D.
El libro me despierta curiosidad, como bien dices puede ser una más que buena opción para probar al autor. Pero de momento esperará en los puestos más bajos de la wishlist, que hay mucha suculencia antes ;P.
PD: Cielo, si tienes problemas con el Photoshop si quieres me cuentas lo que tenías en mente y te lo hago yo ^_^.
No cnocia este libro pero mirare si lo encuentro
Tengo ganas de leerlo hace tiempo aunque sea un tanto "infantiloide". Lo único que ha impedido hasta ahora eso es su coste y estoy esperando poder pillarlo de la biblio.
Pues yo de Neil Gaiman hace AÑOS que quiero leerme todo Sandman.
Menos mal que ahora van a reeditarlo en siete jugosísimos volúmentes que me hacen plantearme seriamente la necesidad de un trabajo muy bien remunerado URGENTEMENTE!!!
Ah, y Buenos presagios, escrito a medias con el mejor escritor británico de los últimos 40 años, Terry Pratchett :P
Lograi:Terry Pratchett,... qué me vas a contar a mí si es el amo. Me conquistó con su trilogía de los gnomos, es que me parto de risa cada vez que la releo.
Cloe no te preocupes que yo ya me arreglé con el paint y creo que mas o menos ando bien XDD gracias por el ofrecimiento.
Elwen: Sinceramente el precio para el tamaño quizá sea un tanto excesivo, pero la calidad lo vale, ¡es Neil Gaiman! Aunque si puedes hazte con otros títulos, porque cualquiera de ellos te divertirá, de eso no tengo dudas.
Shashi, ¿y de Pratchett no has leído nada del Mundodisco?
Me he leído casi todo de Mundodisco, aunque debo decir que lo primero que leí de Pratchet fue la trilogía de Gnomos.
Pues yo de los gnomos no he leído nada aún... Pero de Mundodisco he empezado a leerlo desde el principio otra vez.
Estas navidades me leí Mort, y ahí tengo Rechicero en la mesita de noche en cola... :p
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