Claro que todo cambia, ¿verdad?
Sinopsis
Mientras la batalla entre el Cielo y el Infierno llega a su punto culminante, tres jóvenes elegidos viven sin ser conscientes de su auténtico destino. Tanya compite en un concurso de talentos para demostrar que tras su look de Lolita hay un cociente intelectual muy superior a la media. Erik actúa como doble en las escenas más arriesgadas de una película de acción. Y Mauro subsiste como un scene inadaptado.
Una misteriosa joven llegará para advertirles de que corren peligro, y pronto Tanya, Erik y Mauro serán testigos de cómo el choque entre Luz y Oscuridad comienza a cobrarse víctimas de una forma terrible. ¿Qué podrán hacer ellos frente a esta espiral de violencia eterna?
Tanya es una Lolita de dieciéis años superdotada que participa en un torneo de genios. Erik tiene diecinueve años y trabaja como doble en las escenas peligrosas. Mauro es griego, y su alma es tan negra como la ropa scene que viste. Por separado pueden parecer unos frikis, pero estos chicos tienen algo especial, y sólo Séfora, un ángel exterminador, lo sabe. Séfora está allí para alertarlos de que corren peligro, que sin pretenderlo deben formar parte de la batalla eterna que sobrevive a todas las guerras: La lucha entre el Cielo y el Infierno.
Con ayuda de Nínive, un espíritu que vive en un espejo, Séfora deberá entrenar a Mauro, Erik y Tanya con la finalidad de que ellos inclinen la balanza hacia los ángeles. Pero no será fácil, pues, ¿cómo llevar a cabo tamaña misión, cuando todos los demonios del Infierno te persiguen?
Si os soy sincera, tengo tantas cosas que decir de este libro que no sé por dónde comenzar.
Por un lado me han impresionado los protagonistas. Lejos del look emo o gótico del que últimamente todos los autores juveniles pretenden sacar tajada, Víctor Conde no adentra en dos tribus urbanas, las Lolitas y los Scene, un tanto desconocidas por el mundo y que muchas personas rechazan (creedme, lo he visto con mis propios ojos) más por deconocimiento que por otra cosa, entre ellos Erik, el mayor del trío.
Tanya es una Lolita, lo que significa que los trapitos de Zara, Mango y Bershka han sido sustituidos por marcas tan pocos conocidas como Victorian Maiden o Black Peace Now. Donde los vaqueros y las botas de caña alta imperan, Tanya los cambia por vestidos de encaje y zapatos de charol "hipercuquis". Pero ser Lolita no es solo una forma de vestir, sino de pensar, y nuestra rusa lo lleva a rajatabla. Esta hija de inmigrantes, aparte de esconder un coeficiente inteletual que más de uno querríamos, ama la vida por encima de todo, y sigue sus propios pensamientos y estilo aunque el mundo no la comprenda o se ría de ella. Lo que más me ha gustado del personaje de Tanya ha sido sin duda la extraña mezcla de desparpajo y madurez que demuestra a lo largo de la novela. Unas veces te suelta algo que te deja con la boca abierta por su actitud descarada, y a la siguiente escena va y te larga un mítin filosófico que ni platón en sus mejores momentos.
Erik es el mayor del grupo -diecinueve años- y como muchacho que se ha "buscado las papas" por su cuenta, es independiente, con carácter y dueño de un sarcasmo que envidio como una niña pequeña. Este chico solitario, que juega el papel de "normal" dentro del grupo, que trabaja como dobles en secuencias de acción, y tiene un sentido de la justicia que a veces le pasa factura, y sino ya os iréis dando cuenta conforme avanza su historia. En cuanto conoce a Tanya se produce la conexión "ni contigo ni sin ti" que deja algunos diálogos memorables, y respecto a Mauro, la relación con éste es complicada, ya que no entiende bien su forma de actuar o pensar, lo que le lleva a comportarse de forma brusca con el chico. La verdad es que me he quedado con ganas de saber más de este personaje.
Y luego tenemos a Mauro, el Scene del grupo y Don Alma en Pena en persona. Este chico había veces que, lo digo en serio, me sacaba de quicio. Mauro está marcado a fuego por un pasado con padre maltratador y madre indiferente, y todo ello se ve en su look -siempre va de negro-, su dependencia -tiene que ir acompañado por la que dice que es su "pareja", Rhea- y sus diálogos llens de melancolía y soledad. Mauro es, ante todo, inquietante, un personaje que convence pero que tiene muchos claroscuros. Tiene tal empatía con los seres humanos que asusta, incluso se hace cortes en los brazos y los pechos para calmar su dolor. Al ser un personaje tan oscuro y complejo, me costó cogerle la gracia -de hecho, no se la he cogido- y encima lo empeora que aparezca cuando llevas un buen tramo del libro.
Para terminar, mención especial a Séfora, el ángel encargada de encontralos, y Nínive, el espejito-ente que ha conquistado mi corazón. Me ha encantado la relación que ambas mantienen a lo largo del libro, me recuerda mucho a la que yo tengo con mi mejor amiga. Nínive es como una hermana, una madre que aconseja a Séfora y la anima en los peores momentos. Como ya dije, la relación que mantienen es muy especial.
- No hay bibliotecas en el Cielo? - preguntó Tanya, bajándose del autobús [...]
- Me temo que no. El conocimiento se adquiere de otra forma.
- Oh, - dijo la joven, con un deje que sonó a "pues no sé si me gustaría ir al Cielo cuando muera, después de todo"-. ¿Y en el Infierno?
- Allí sí que hay bibliotecas, muchas, pero sólo tienen libros de Stephenie Meyer y Dan Brown. Es el Infierno, a fin de cuentas.
Y bueno, en cuanto a la trama, esta es impecable, tanto como el estilo de Víctor Conde, con mucha acción, algo de drama, cero de amor pero un tanto por ciento de tensión sexual, un cóctel molotov que explota creando una -sino la mejor- novela de ángeles que he leído hasta ahora.
Ignorando que el ritmo es un tanto inconstante -al principio todo sucede rápido y a la mitad la cosa flojea para luego volver a reemprender el vuelo- la narrativa de Víctor Conde me ha dejado sin palabras. Tiene una forma de utilizar el lenguaje que pocas veces he visto en una novela. Cada párrafo lleva grabado su sello personal, tan singular que no puedo -o quiero- conpararlo con ningún autor. Para mí, no es que Víctor Conde sea un buen escritor, que lo es, sino que tiene un estilo tan elegante que me hace tenerle envidia. Conde no es un autor más de estos que te gustan y luego te olvidas, sino que es una forma de ser, de pensar y escribir tan atípica que dejará huella incluso en el más crítico de los lectores.
Ha sido un shock, pero de los buenos. Un patatús de esos que te dejan sin palabras y para reaccionar deben chasquear los dedos frente a tus ojos, porque incluso cuando has terminado con el libro sigues viviendo cada escena de él como si estuvieras allí.
Nota:
Heraldos de la Luz es un libro que representa a la perfección la esencia de los ángeles tal y como prácticamente los conocemos: Unos seres alados, con una jerarquía compleja y que luchan por preservar el Bien. Al otro lado del ring está Lucifer, el ángel caído y señor de los Infiernos, con un séquito de demonios que van desde los desmodus hasta los súcubos. Todo ello entretejido por un autor con elegancia infinita a la hora de expresar sentimientos, ponernos en situación, y hacernos creer que somos uno más dentro de la historia. Un mundo de plumas y culturas urbanas casi desconocidas, con una firma tan personal y única que os enganchará desde la primera página.
Heraldos de la Luz forma parte de una trilogía, y fue publicada por la editorial Hidra; el dieciocho de Octubre salió a la venta, y su precio es de 17.00 euros. Personalmente os lo recomiendo,y creedme cuando aseguro que este libro estará en mi top ten del 2010 sí o sí. Por cierto, su segundo libro se llama Heraldos de la Oscuridad, aunque no sé exactamente cuándo saldrá a la venta, veré si la editorial puede darme más datos.
Hasta entonces, nada más por mi parte.
¡Nos leemos!
6 comentarios:
No habia escuchado nada de este libro, ¿que es como hush hush? a lo mejor lo compro.
Y la reseña fantastica, igual que siempre...
La reseña me ha dejado con unas ganas... Tendré que ir a pedirlo a la librería central, porque no lo he visto por ningún lado
Shashi, querida, ayer mismo tuve este libro en mis manos. No me imaginé que fuese a ser TAN bueno como tú lo describes! Me has hecho darme cabezazos contra la mesa por no haberlo cogido... (aunque lo apunté en mi wishlist xDD).
La imagen de la portada es de Rebeca Saray (lo comento porque tu reseña es fantástica y quería aportar algo jajaja).
Y otra cosa... yo conozco a una Rhea y es una Scene... y nunca en mi vida me pude imaginar que fuese a salir en un libro... En serio, no me lo puedo creer! Estoy en estado de Shock (aunque sabiendo quien es, pues seguramente no sea tan raro después de todo, teniendo en cuenta las esferas en las que se mueve xDD me ha dado curiosidad, qué mas puedes decir de la Rhea del libro?).
Un besazo y ánimo!
Shigaya la verdad es que la Rhea del libro no sale mucho, ni se dice demasiado de ella como para que te pueda decir algún dato con el que puedas identificar si se trata o no de "tu Rhea", ya que es un personaje que solo aparece en unos cuantos capítulos.
Lo único que deja claro es que es la "pareja scene" de Mauro, que cuando él cae, ella está ahí y viceversa; también se menciona que viven en la calle y te hacen cortes el uno al otro, pero nada más. No te puedo decir si es o no esa Rhea, pero en el blog del propio autor -si pones Victor Conde en Google te sale directamente- puedes preguntárselo, tal vez se haya inspiraod en ella.
¡Qué bien que te haya gustado tanto! Este se lo leyó mi compañera de blog, no he querido hacerlo yo porque Víctor es mi profesor de escritura y me daba palo calificarle, fuera para bien o para mal, jajaja.
¡Un saludo!
Lana Drown.
Como siempre hago caso a tus reseñas...lo pondré en mi lista de próximas adquisiciones...estoy deseándolo.
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