5 oct 2010

La Evolución de Calpurnia Tate de Jaqueline Kelly

Sinopsis extraída de Lecturalia.com:

Ser la única chica de seis hermanos en la Texas de principios de S.XX no es fácil. La madre de Calpurnia Tate quiere que aprenda cosas de señorita: aprender a cocinar y coser, comportarse con propiedad, dejar de meterse en peleas y tocar el piano. Sin embargo ella disfruta saliendo a observar la naturaleza y recogiendo especímenes que luego mostrará a su abuelo, el único interesado en las andaduras de Callie. Es más: le regalará un ejemplar de El origen de las especies y un cuaderno para que aplique el método científico a sus observaciones.

Situémonos en las puertas del siglo XX, en una época llena de cambios, y pese a ello aún conservadora. Calpurnia Virginia -Callie Vee- Tate es una jovencita de once años, que tiene la mala suerte de ser la única niña entre siete hermanos. Sus padres, unos ricachones que se dedican al algodón, quieren ver que Callie se convierte en una mujer hecha y derecha de buenas maneras, dócil, y con un marido de su clase. Sin embargo, Calpurnia no está por la labor. A ella le interesa más salir al bosque de la mano de su abuelo, y descubrir un poco más sobre ese explorador y botánico llamado Darwin y su muy polémico libro "El Origen de las especies". Con la ayuda del abuelo, Callie irá descubriendo lo que quiere en la vida, e intentará, con apenas doce años, imponerse a una sociedad que no ve con buenos ojos a las mujeres inteligentes.

Este libro se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de los mejores que he leído durante el año. Uno de mis amigos se lo regaló a su hermano pequeño, y cuando ambos terminaron de leerlo, él me lo prestó asegurando que me iba a encantar. Ya me llamó la atención la portada por los colores y el dibujo, pero lo que no me podía imaginar es lo que guardaba en su interior.

La Evolución de Calpurnia Tate es singular por dos cosas. La primera es porque es una novela autoconclusiva; y la segunda porque es uno de esos libros que "cuentan sin contar", y encima lo hace bien. Con esto último me refiero a que el libro no tiene una trama en particular. La autora, de una forma hábil, ligera y narrado en primera persona,  nos cuenta un año en la vida de la protagonista, recabando en los hechos más importantes, y describiéndonos a través de los inocentes ojos de una niña y sus allegados la sociedad de por aquel entonces, pero todo de forma muy general, sin especificar en nada.

Aunque la mayoría de los personajes me han gustado, debo destacar la relación entre Callie y su abuelo. Al principio Walter Tate no le hace mucho caso, pero cuando ella le cuenta su pequeño "altercado" con la bibliotecaria del pueblo y su prohibición a que Callie lea "El Origen de las Especies", el abuelo le cuenta un secreto et voilà! empieza el acercamiento. Poco a poco la niña se irá haciendo un hueco en el corazón del hombre, haciendo de ella su cómplice y ayudante en sus escapadas al bosque para analizar e investigar especies. 

Calpurnia es una niña destinada a casarse con un rico heredero, a tocar el piano y saber tanto cocinar como coser. Pero cuando el abuelo entra en su vida, todo da un giro de ciento ochenta grados, y Callie cambia las agujas y la música por los libros de biología, las mariposas y el estudio. El abuelo le muestra a Calpuria el mundo tras la jaula de oro en la que vive. Así es como la Evolución llega a la vida de Callie. Coches, teléfono, animales, plantas y peces, todo ello de la mano de un anciano hosco , pero de buen corazón, que se pasa el día atrincherado en su laboratorio y aunque no diga nada siempre está al tanto de todo.


Me contó maneras de llegar a la verdad de cualquier tema, no sólo sentándote a pensar en ello como Aristóteles (un señor griego, listo pero confundido), sino saliendo a mirar con tus propios ojos; me habló de hacer hipótesis e idear experimentos, y de comprobar las cosas mediante la observación y llegar a una conclusión. Y de verificar luego la fuerza de tu conclusión una y otra vez. Me habló de la navaja de Occam, de Ptomoleo y la música de las esferas, y de que todo el mundo llevaba siglos equivocado sobre el Sol y los planetas. Me habló de Linneo y su sistema para nombrar a todos los seres vivos de la naturaleza, y de que él seguía ese sistema siempre que le ponía nombre a una nueva especie. Me habló de Copérnico y Kepler y de por qué la manzana de Newton se caía hacia abajo y no hacia arriba. De que la Luna siempre sigue un círculo alrededor de la Tierra. De la diferencia entre razonamiento deductivo e inductivo y de cómo el señor del nombre peculiar, sir Francis Bacon, dio en el clavo. El abuelito me contó que había viajado a Washington en 1888 para unirse a una nueva organización de caballeros que se autodenominaban National Geographic Society. Se organizaron en un grupo para llenar los puntos vacíos del globo, y sacar al país del lodazal de superstición y pensamiento atrasado en que se quedó atrapado tras la Guerra de Secesión. Todo eran novedades vertiginosas sobre un mundo muy alejado de los pañuelos y los dedales, que me fue revelado con paciencia bajo un árbol entre abejas amodorradas y marchitas flores silvestres.

También conoceremos las historias de los secundarios, todos ellos muy variopintos, y que a su manera, defienden sus opiniones y tienen personalidades definidas. Así daremos con la madre de Calpurnia, dispuesta a que su hija sea una dama pese a parecer una salvaje; o J.B, el hermano pequeño de Callie que siente adoración por ella; también conoceremos algo de la vida amorosa del mayor, Harry, o las primeras peleas llenas de testosteronas de los hermanos Tate a causa de Lula, la mejor amiga de Calpurnia y que sueña con casarse y formar una familia. Calpurnia se irá forjando unos ideales que romperán el molde de lo establecido por la época, donde los roles entre niños y niñas estaban elegidos desde la cuna: Si eres niño vas a la universidad, si eres nena tendrás que lidiar con niños, bordados y cocina hasta la eternidad.

Todos estos personajes influirán en la vida de Calpurnia, a su manera, haciendo que ella vea las cosas de otro modo, ofreciendo consejos, y a veces consuelo, a una niña que apenas entiende lo que pasa alrededor, pero que tiene muy claro sus principios, aunque le cueste reconocerlos.

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-No... No me gusta todo eso de coser y bordar, no como a ti, y además, no me sale bien. Quiero hacer otra cosa con mi vida.

-¿Como qué?

-No lo sé seguro.

-¿Te refieres a que quieres ser maestra? ¿Como la señorita Harbottle? Pero entonces no tendrás tu propia familia. ¿No quieres una familia propia?
[...]

-Creo -empecé, y me detuve-. Creo que a lo mejor quiero ir a la universidad.

-¿En serio? -Una de dos: o Lula estaba impresionada, o estaba horrorizada-. No conozco a nadie que haya ido. Espera, ¿la señorita Harbottle fue?

-No, ella fue a la escuela de maestras. Sólo tiene un certificado.

-¿Y en la universidad qué se hace? -preguntó Lula.

-Se estudian cosas.

-¿Qué clase de cosas?

-De toda clase -contesté, algo pomposa. En realidad no sabía qué hacían allí (me lo fui inventando sobre la marcha), pero no quería que ella lo supiera-. Ciencia y otras cosas. Te dan un diploma especial que demuestra que has estado ahí.

Temí que me preguntara qué hacías con el diploma especial una vez lo conseguías, porque yo no tenía ni la menor idea. Se me ocurrió la absurda y repentina superstición de que si Lula me lo preguntaba y yo no sabía responder, nunca iba a ir

Un libro ameno, didáctico, pero sobretodo tierno, que no sólo es bueno por la forma de narrar los hechos, sino por las relaciones de los personajes. Si no lo habéis leído,no sé qué estáis esperando.


Un filósofo dijo una vez: "No hay nada tan lejano que no se pueda alcanzar, ni nada tan oscuro que no se pueda vislumbrar". Y creo que esa frase viene como anillo al dedo al mensaje del libro. Lo que la autora te muestra con Calpurnia y su lucha indirecta para encontrar su sitio en la vida es que puedes llegar a dónde tú te propongas, siempre que le pongas empeño. Sé lo que quieras ser. No hay límites salvo los autoimpuestos, y si para conseguir tus objetivos debes ser un pionero en la revolución, hazlo, no temas, porque es peor quedarse uno con la duda a intentarlo que fallar en el intento.

Nota:

La Evolución de Calpurnia Tate fue publicada en España este año bajo el sello de Roca Juvenil. Su precio es de 16.00 euros, y lo podéis encontrar en cualquier librería o grandes almacenes. Como ya comenté al principio, es autoconclusivo. Yo es un libro que recomiendo a todo el mundo. No tiene violencia, ni sexo ni acción, pero inevitablemente quedarás enganchado entre sus páginas.

Y nada más por mi parte.

¡Nos leemos!

3 comentarios:

Chiara dijo...

Lindo lo que dijiste del fillosofo, ¿y su nombre? *_*

Me ha dado la curiosida, veré si lo consigo por ahi.

Chauuuu

Shashira dijo...

Pues si no me equivoco, creo que era Descartes, pero hace como nueve años que la escuché, así que quizá me equivoque...

Anónimo dijo...

He leido q esta muy bien, pero a mi sigue sin atraerme, sera pk ultimamente estoy muy en la linea de la romantica juvenil.