Esmeralda de Kerstin Gier

¡Hola!

Han pasado dos meses desde mi última reseña, lo sé, pero he estado muy ocupada con los niños y un curso de Recursos Humanos y Gestión Fiscal y Laboral que actualmente estoy realizando, así que no he podido actualizarlo hasta ahora. La verdad es que os echaba de menos, y echaba de menos escribir, pero me voy de mi casa a las tres de la tarde y llego a las diez de la noche, por la mañana llevo a los niños al cole y, la verdad, cuando regreso a casa llego agotada, pero ya me he adaptado. Espero que comprendáis mi ausencia y mis motivos.

Ahora sí...

Enjoy!

Sinopsis:

Gwen está destrozada. Acaba de descubrir que todas las atenciones del chico eran sólo una estratagema para distraer al oscuro Conde de Saint Germain y cumplir él solo la misión. Pero la jugada no le salió bien y ahora se encuentra en manos de un nuevo enemigo: una Sociedad Secreta infiltrada en casa de los De Villiers dispuesta a acabar con los viajeros en el tiempo.

¿Qué debería hacer ahora Gwen? ¿Rescatar a Gideon y luchar juntos por cerrar el Círculo? ¿O olvidarse de todo y volver a su vida del siglo XXI?

Como es el tercer y último libro de la trilogía, voy a pasar del resumen y a comentar los pormenores del libro sin que haya ningún spoiler de por medio para que no me matéis.

Vamos a partir de la base de que Esmeralda no es un libro malo, pero deja mucho que desear como final definitivo a una historia que empezó de buena manera, y acaba como el sprint final de los cien metros lisos en unas Olimpiadas: Rápido, a trompicones y, definitivamente, con muchas lagunas de por medio. No sé si es cosa mía porque no he leído reseñas de Esmeralda, así que no tengo ideas preconcebidas en cuanto a la blogosfera, pero este ha sido, en mi modesta opinión y sin lugar a dudas, el peor de los tres tomos.

Yo ya lo dije en la reseña de Zafiro, que a ver cómo iba esta mujer a atar tantos cabos, cerrar tantas historias y resolver tanto misterio en un solo libro, pero yo tenia esperanzas... que evidentementes, han caído en saco roto.

No voy a negar que no me he divertido, porque como siempre la autora hace gala de toda su vena sarcástica y humorística a través de Xemerius, esa gárgola divertida e indiscreta que ya nos conquistó a más de uno en Zafiro, y que sin lugar a dudas es uno de los mejores secundarios que he tenido el honor de conocer en todo mi 2011. Tampoco se puede decir que no haya acción, porque Esmeralda es el que más aventuras y desventuras guarda en su interior, pese a que la autora no sepa plasmarla con la suficiente gracia. Y por supuesto, no falta el amor, estandarte encabezado, obviamente, por Gwen y Gideon de Villiers, futuros señor y señora Culebrón respectivamente, ya que en menos de dos semanas se han conocido, liado y roto sus susodichos corazones de adolescentes en plena ebullición hormonal. Pero el libro es decepcionante, con un final muy esperado, con escenas que faltan, otras que sobran, algunos pasajes muy lentos y otros relatados con excesiva rapidez y muy poca gracia.

Ni que decir de los personajes, ya sean principales o secundarios, porque excluyendo a nuestra gárgola favorita, todos se quedan en el suspenso. Gwen en Esmeralda ya no es Gwen, sino que ha evolucionado es una muchacha de dieciséis años que vive por Gideon, come por Gideon y respira por Gideon. Los primeros coletazos de esta "digievolución" se vieron en Zafiro, pero jamás pensé que llegara a los extremos de caer en los tópicos más vistos, repetitivos y odiados del panorama juvenil.

Por otro lado Gideon está, pero no está, porque por mucho que interactúe en este libro, yo a este muchacho sigo sin cogerle el punto, y mucho menos verle la gracia a un personaje del que me dicen una cosa pero en esencia es otra bien distinta. A mí me da la sensación de que la autora tenia tantos cabos sueltos que dar forma a tantos personajes y tantas historias -Charlotte, Lucy y Paul, la madre de Gwen y el tío de Gideon, Rafael y la amiga de Gwen...etc-, que unidos a la trama, se le ha hecho un mundo, y le hubiese llevado más tiempo, más esfuerzo, unos cuantos tomos más terminar. Por lo tanto, personalidades en el tintero, trama cruelmente desarrollada y a volar cuan pajarillo. 

Si este hubiese sido un libro más, si estuviese segura de que habría un cuarto... bueno, seguiría pensando que el libro no está a la altura, pero hubiera sido más condescendiente, me hubiera morido la lengua, tragado mi veneno, y esperar que el siguiente mejorase, pero como no es el caso voy a escupirlo: El final es malísimo de cojones. No entiendo que alguien que ha seguido esta trilogía quede satisfecho con ese final tan rápido, superfluo y lleno de parches cosidos a todo correr. Yo llegué al final y estaba decepcionada, cabreada, con un sabor agridulce por no cumplir mis expectativas y porque, oye, los anteriores fueron una pasada, la verdad. 

Nota:

Esmeralda es el peor libro de una trilogía increíble al principio, pero que con este cierre ha perdido todo su esplendor hasta quedarse en pasable, pero no memorable.  

Esmeralda fue publicado por Montena y tiene un precio de 17.95 euros, la trilogía queda completada.

Y eso es todo. 

¡Nos leemos Frikis!